Una vez que ha llegado el frío, buscamos diferentes opciones para caldear nuestro hogar. Para ello, tendremos que elegir un tipo de calefacción nos ayude a mantener el confort y una temperatura estable en nuestro hogar.
En este artículo vamos a centrarnos en las diferentes alternativas de calefacción que podemos utilizar en pequeñas habitaciones como salas de estar, dormitorio o cuarto de baño. Si quieres saber más, ¡sigue leyendo!
Los tipos de calefacción para calentar una pequeña habitación
Radiador eléctrico
Los radiadores eléctricos son un tipo de calefacción muy extendido entre los hogares. Su funcionamiento es muy sencillo ya que convierten la electricidad en calor a través de sus resistencias. Dependiendo de su tipo de funcionamiento podemos clasificarlos en convectores, radiadores fluidos o acumuladores de calor.
Por lo general, los acumuladores son los más comunes y son los que vemos fijados en la pared de muchos hogares. Además, tanto su instalación como mantenimiento son muy sencillos por no olvidar la seguridad que ofrecen. Si necesitas instalar calefacción en varias habitaciones, esta será tu mejor opción ya que requieren poco mantenimiento más allá de la limpieza periódica del filtro del aire y no es necesario realizar obra ni requieren de instalación muy costosa.
Aún así, hay que tener en cuenta el consumo eléctrico que supone utilizar este tipo de calefacción.
Calefactor cerámico
Si estás buscando otro tipo de calefacción más sencilla y sobre todo para habitaciones como cuartos de baño, puedes elegir un calefactor cerámico. El funcionamiento de este tipo de dispositivos es muy sencillo ya que llevan incorporadas placas de cerámica las cuales, a través de ellas, se genera calor de manera rápida y uniforme.
Una de las principales ventajas de los calefactores cerámicos es la eficiencia y el bajo consumo, ya que proporciona calor a los pocos minutos de haberse encendido ya además, el consumo es más bajo si lo comparamos con los radiadores eléctricos. Por otro lado, algunos de los modelos de este tipo de calefacción tienen incorporados optimizadores de energía.
Por otro lado, se puede regular la salida del aire dependiendo de la temperatura que vaya produciendo y requieren un mantenimiento casi nulo. Además, gracias a su tamaño y peso ligero, podrás mover tu calefactor cerámico de una estancia a otra.
Cabe destacar que este tipo de dispositivos son muy seguros ya que no necesitan ningún tipo de combustible que pueda general algún incendio y gracias a los limitadores se evitará cualquier sobrecalentamiento.
Calefactor con ventilador
Un calefactor con ventilador, como su nombre indica, cuenta con un ventilador integrado que aspira el aire de la habitación y lo expulsa en forma de aire caliente. Este tipo de calefactores tienen un termostato en el que tendremos que indicar la temperatura que deseamos alcanzar. Existen modelos que mantienen la temperatura a un nivel constante y otros que realizan una pausa y vuelven a calentar.
Las principales ventajas de estos modelos es el precio, ya que suelen ser bastantes asequibles y al igual que ocurre con los calefactores cerámicos, son fáciles de transportar gracias a que tienen un diseño compacto y seguros de utilizar, ya que no se calientan tanto como otros tipos. Además, algunos modelos no son muy ruidosos, lo que es un punto a tener en cuenta si eres de aquellas personas que no soportan escuchar un zumbido de forma constante.
Así mismo, son una buena solución si quieres calentar tu habitación en poco tiempo y que se proporcione un ambiente prolongado durante un tiempo después, incluso después de haberlo apagado.
Calefactor halógeno
Los calefactores halógenos calientan a través de radiación, el calor incide directamente al contrario que los tipos de calefactor anteriormente citados. Son perfectos cuando se quiere calentar rápidamente la zona de una habitación pequeña. Otra de las ventajas principales de los calefactores halógenos es que no hacen ningún tipo de ruido.
¿Con cuál me quedo?
La respuesta dependerá mucho de tus necesidades y las ventajas que quieras aprovechar de cada uno, por ejemplo, si solo necesitas calentar habitaciones pequeñas de forma puntual, lo mejor será optar por un calefactor cerámico o con ventilador. En cambio, si es necesario para varias habitaciones, quizás sea mejor elegir un modelo de radiador eléctrico.
Si tienes alguna duda, ¡déjanos un comentario y estaremos encantados de responderte!